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La Providencia: Un hogar para los niños huérfanos de colonos suizos

La Providencia nació gracias a la buena voluntad de personas conmovidas por una dura realidad.

El luterano Arnoldo Leutwyler respondió a un aviso que vio en un periódico suizo, donde se solicitaban los servicios de un pastor para un pueblo llamado Traiguén, en el sur de Chile.

A fines del siglo XIX llegaron a esta zona del Destino Nahuelbuta cerca de 2.600 colonos suizos. Muchos de ellos, murieron víctimas de los bandoleros o por enfermedades, quedando numerosos niños huérfanos.

De asilo de huérfanos a escuela agrícola

Ante la necesidad de atender a los niños y niñas, Leutwyler consiguió que el gobierno chileno le diera un terreno de 80 hectáreas en las cercanías de Traiguén, en la localidad de Tricauco.

Ahí levantó el “Asilo de Huérfanos La Providencia”  en 1893. Al poco andar, logró también el patrocinio de la Iglesia Protestante del cantón de Argovia.

Hasta 1920, el 95% de los alumnos eran descendientes de colonos suizos y todos los profesores provenían de distintos cantones.

Después de 40 años en Chile y 16 años a la cabeza del proyecto, Letwyler regresó a Suiza. Vivió en un hogar de ancianos en Wildenstein (Reinach) hasta su muerte a los 87 años.

Los Dufey, familia de educadores

En 1949 tomó la dirección de este establecimiento Armando Dufey Blanc, quien había sido alumno del “Hogar Educacional Suizo”.

Luego lo reemplazaría su hijo, Armando Dufey Reyes, quien -al igual que su padre- fue distinguido con la Orden al Mérito Docente Gabriela Mistral, en 2004.

Una construcción al estilo suizo

A mediados del siglo XX, el establecimiento dejó de percibir el apoyo oficial de Suiza. En la actualidad se llama Liceo Agrícola Forestal Medio Técnico Profesional, es particular y subvencionado por el Ministerio de Educación de Chile.

El antiguo edificio principal de este liceo agrícola representa el tipo de construcción suiza que prevalecía en la Araucanía. Por ejemplo, su fachada tiene un corredor en el primer nivel y una galería vidriada en el segundo, que es muy propio de esa cultura.

El sendero de La Providencia se puede visitar, siempre y cuando se llame con anticipación para agendar la visita (teléfono: 45-2861439).

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