El Cementerio Municipal de Traiguén, abierto en 1984, guarda la memoria fundacional de la ciudad, que fue la primera capital administrativa de la colonización europea en la Araucanía.
Al interior de este lugar están las diversas etnias, culturas y religiones que dieron identidad a esta zona, y los nombres de las familias que testimoniaron el nacimiento de una sociedad multiétnica cuyo legado perdura hasta hoy.
Archivo
Este cementerio conserva los archivos de todas las personas sepultadas desde su fundación, conservando así la memoria escrita de tumbas que ya no existen. Entre los sepulcros destaca el recuerdo a sus padres, del primer fotógrafo francés de la inmigración, Gustavo Millet, el del primer hijo del colono inglés bautizado con nombre mapuche: Caupolicán Collins, el sepulcro de Luis Durand, el primer escritor costumbrista e hijo pródigo de Traiguén, y la tumba milagrosa del Bandido Carrillo cuidada y mantenida por sus devotos, de quien fue el primer fusilado en la cárcel de Traiguén a fines del sigo XIX.
Sociedad multiétnica
Entre las tumbas antiguas mejor conservadas destacan la de la numerosa colonia francesa de Traiguén, seguida de la suiza. También es amplia la presencia de alemanes, belgas, italianos y de mestizos entre europeos y chilenos.
Aquí están representadas todas las etnias colonizadoras, chilenas e incluso algunas familias mapuche. Lápidas de aquellos que tuvieron que realizar el servicio militar obligatorio, testimonio también del forzado proceso de integración.
Parque
Además de contener una importante porción de historia, este lugar es un parque que está emplazado en una colina, y plantado de encinos, pinos oregón, cipreses, aromos y eucaliptus muy añosos.