Relatos

La vida que hay detrás de la miel Mogën

Ximena Vásquez es la dueña de la marca de miel Mogën que se produce en la zona de San Gerardo y sueña con exportarla a Europa.

“Llegué al Destino Nahuelbuta cuando mi guagua estaba próxima a nacer, en 2015. Mi suegro tenía abejas y se las dejó a mi pareja. Yo lo miraba ir de arriba para abajo y de un lado para otro, estaba complicado y hacía lo que podía. El segundo año, me dio 500 kilos para que vendiera por mi lado. Coloqué todo en un mes entre los conocidos, familiares y algunos turistas.

El vendía en tambores, a $1.250 el kilo. En cambio, yo cobraba el equivalente a $2.500 el kilo, pero en cantidades más pequeñas, y como soy sociable no me costó tanto.

Mi suegro decía que vendiendo al detalle no llegaría a ninguna parte, que lo que se ganaba, se gastaba altiro. Yo le decía que todo dependía de la persona, que yo tenía ambiciones y todavía las tengo. Ahora vendemos más al detalle que al mayoreo y nosotros somos los que fijamos los precios.

Cuatro meses de búsqueda

Cuando hice mi práctica en turismo en la Municipalidad de Lumaco, mi jefe me dijo que postulara un proyecto. Yo no tenía idea que existían los FIA, Fosis o Sercotec que financian los proyectos de pequeñas empresas. No sabía nada de nada y me equivoqué al postular. Después me capacité, fui desarrollando el producto que quería tener y me enfoqué en el nombre que le quería dar.

Me costó unos cuatro meses dar con el nombre de la marca de mi producto. Hasta que escuché la palabra Mogën que significa vida, aprendí a pronunciarla y a escribirla. Así se llama la miel y los productos que derivo de ella: cera para muebles, cera para cuero y velas.  Ya con el nombre definido, hice el inicio de actividades y diseñé las etiquetas junto a mi asesor de Sercotec que en ese momento era Benjamín López.

Cómo reconocer una buena miel

Nosotros producimos la miel y compramos a nuestros vecinos, todos de la zona de San Gerardo, en la comuna de Lumaco. Estamos rodeados de praderas, árboles frutales, eucaliptus y sauces.

Todas las mieles son distintas, pero una de calidad se distingue por la tonalidad de sabores y el espesor que tiene.  Hay que tener cuidado con la miel que se compra, puede estar adulterada. Las personas pueden ser engañadas, sobretodo las que viven en la ciudad.

Hay varios métodos para distinguir la miel falsa de la verdadera. Por ejemplo, si una cucharada de miel se diluye rápidamente en un vaso de agua, quiere decir que tiene azúcar. La miel por más líquida que se encuentre, no se disuelve rápido. La nuestra es completamente natural.

Cuando cosechamos la miel está líquida, pero pasadas dos a cuatro semanas se solidifica, se pone dura como la madera. Yo también vendo miel cocida, esa dura un par de meses líquida, pero siempre termina endureciéndose. Así tiene que ser.

Llegar a Europa

Nos movemos de feria en feria en el Destino Nahuelbuta, principalmente. Vendemos en una tienda en Victoria, Temuco (tienda Fibra Local) y en Santiago cuando hay mercados de emprendedores. Quiero tener un punto de venta en el aeropuerto de Santiago y ojalá llegar al norte de nuestro país.

Dentro de unos años me gustaría exportar a España, Francia y Alemania, países que consumen mucha miel. Es que en Chile el consumo de miel por persona es bajo, apenas de 250 gramos al año, en cambio los europeos llegan a 5 kilos”.

Contacto: Ximena Vásquez

Teléfono: +569 54378316

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